Después de comunicarme con mi familia y mis hijos la calma volvio a mi corazón y desde la perspectiva de la observación y con la serenidad de que todo ha pasado, creo que la gente de la Armada y las instituciones de la Isla hicierton lo correcto y ante la amenaza, todo el pueblo se movilizó con calma primero a la Iglesia y despues hacia las casas de familiares más arriba en los cerros.
Todo estaba calmo y el murmullo silencioso de la espera fue lo más raro. Solo hacia el otro lado de la Isla por Tongariki la marejada hizo algún daño, pero creo que para lo que fué en Santiago.
Nosotros tuvimos mucha suerte...
Esta foto es de A. Tuki que encontré en Twitter y tomo la foto de un muro dañado por olas en una zona no poblada,
Espero que en Santiago y el Sur de Chile todo pueda volver a la normalidad lo antes posible y gracias a todos aquellos que enviaron saludos preocupados por nosotros.