La popular canción “message in a bottle”, del grupo The Police, habla de un náufrago que quiere ser rescatado y que que para ello manda una mensaje en una botella. Probablemente Richie Sowa haya escuchado esa canción más de una vez. Pero no fue hasta que decidió dejar toda su vida atrás para irse a vivir a Cancún que vio cómo una botella (o en realidad muchas) cambiaría su vida.
Aburrido de su vida convencional como carpintero, Richie decidió ir en busca de su destino y de su paraíso privado. Fue así como empezó a recolectar botellas plásticas para cambiarlas por dinero y tuvo una revelación: construir su propia isla.
De esta manera estuvo juntando botellas y recolectando materiales por más de dos años antes de que estuviera lista y hoy, tres años después de esa suerte de epifanía, lleva una vida completamente autosustentable en su propio paraíso privado, ya que tiene plantas y árboles que le dan limones, plátanos, cocos, espinacas y tomates, entre otras especies.
Pero vivir en el mar también tiene sus contras. Richie ha enfrentado dos huracanes y varias tormentas bastante complicadas, pero su isla ha resistido estoicamente, al igual que su dueño. Hoy vive con dos gatos, dos gallinas y un perro que se llama Rainbow (Arcoíris).
Su isla ha causado tanto revuelo (pero del positivo), que incluso el gobierno de México quiere “mexicanizarla” y que sea una especie de atracción turística. Habrá que ver qué pasa con Richie si esto se llegara a aprobar.